Que hablen los sabios

Cristian Buades

Siempre se ha dicho que en España tenemos la mejor liga de fútbol del mundo. Craso error. Si bien es cierto que nuestra liga es la más competitiva y potente, no podemos obviar que ello es debido a jugadores procedentes de Francia, de Italia o de esas pequeñas canteras del fútbol español llamadas Brasil y Argentina. ¿Qué habría sido de nuestra liga sin los Ronaldo, Romario, Rivaldo, Cruyff, Zidane, etc.? Quién sabe.
Caso aparte son los jugadores españoles. De ellos siempre se dice que emanan talento, desparpajo y garra; no obstante, ese talento parece diluirse al enfundarse la camiseta de esa fábrica de sueños rotos llamada España.
Polémicas dentro y fuera del campo, jugadores sobrevalorados y acomodados, infortunios de distinta índole..., estos son solo algunos factores que han estado acompañando a la Selección Española desde aquella lejana Eurocopa de 1964.
Sin embargo, en el último Mundial y tras la contundente victoria en el estreno mundialista ante Ucrania por 4-0, se podía , por fin, atisbar una luz al final del túnel. Pero esta luz no nos dejó ver el camino y ante el primer rival de entidad, Francia, nos la pegamos.
Sin embargo, queda margen de mejora. Con apenas 25 años de media, la española se reveló como la selección más joven del Mundial. Gente como Cesc, Xavi, Sergio Ramos o Iniesta han de llevarnos a la elite del fútbol mundial y convertir a esta España Club de Fútbol en una Selección Española ilusionante, sin complejos y capaz de demostrar el porqué tenemos la mejor liga de fútbol del mundo.
Aún así, ya lo dijo un sabio: “El fútbol es un juego en el que juegan once contra once y al final... pierde España”.