Emoción, humildad y demás cortinas de humo

Cristian Buades

Se acabó lo que se daba. El teatro de la liga 06-07 cerró el telón con una última función trepidante y no apta para cardiacos. Durante más de una hora, el barcelonismo vio como el milagro se hacia realidad y su equipo era campeón de liga por tercer año consecutivo. Pero de pronto apareció un hombrecillo apellidado Reyes para despertar del sueño a los culés y coronar a su equipo como campeón. Sin entrar en el análisis de su juego chabacano o en su “fortuna” en los partidos decisivos, el Real Madrid es justo vencedor de un campeonato lleno de sorpresas y decepciones. A todo esto, no hay que olvidar que el Madrid es campeón pero con los mismos puntos que el Barça. Y ante este hecho me cuestiono la posibilidad de que, como ya ocurre en diversas ligas extranjeras, se dispute un partido de desempate en caso de empate a puntos. Estoy seguro de que esta idea sería bien acogida entre los amantes del fútbol y del espectáculo en el deporte rey pero, al parecer, al señor Villar no le convendría algo así. Si esto se propusiese y se aprobase, Villar quedaría en evidencia ante sus colegas de la UEFA. Pero este es otro tema que trataré próximamente.

En efecto, acaba la competición liguera y se da comienzo a otro tipo de competición, la de los fichajes. En este aspecto, el que más ha movido ficha es un FC Barcelona que, para tratar de paliar los efectos de una temporada desastrosa en todos los aspectos, ha ideado una cortina de humo basada en un continuo goteo de fichajes que alejen a seguidores, prensa y socios de la realidad. Lo han conseguido.

Sin querer hacer leña del árbol caído, los fichajes del Barça han sido bastante acertados. La vaticinada llegada de Henry dota al ataque culé de una delantera inigualable en el mundo. En principio, la titularidad de los llamados “4 fantásticos” (Ronaldinho, Messi, Eto’o y Henry) se vería abocada a partidos en los que el rival fuera a cerrarse o a aquellos en los que fuera necesario remontar. De una forma u otra, la llegada de Henry servirá de estímulo a los otros cracks del equipo que ya no podrán dormirse en los laureles. Además, no hay que olvidar que Eto’o se perderá un mes de competición liguera a causa de la copa de África. Respecto a los fichajes de Touré Yayá, Abidal y Gabi Milito, he de decir que son acertados, de futuro y sirven para reforzar una parte del campo que tenía muchas carencias acumuladas.

En cuanto al Real Madrid, ni la consecución de la Liga parece haber calmado la tormenta directiva que sufre. Después de darle una patada a Capello, ha empezado una especie de batalla de egos entre Ramón Calderón y Ángel Torres por Schuster. Ninguno quiere dar el brazo a torcer y se atacan mutuamente por ver quien es más chulito. Con llamada de teléfono o sin ella, Schuster será el entrenador del Madrid la próxima temporada. En el terreno de los fichajes, salvo Metzelder, no hay nada concretado pero se barajan nombres como Robben, Chivu, o Kaká (aunque éste último es casi imposible).

Pero la gran sorpresa de lo que llevamos de verano, la ha protagonizado Fernando Torres y su marcha al Liverpool. Marcha que era necesaria para él y para el Atlético de Madrid. Para Torres porque necesitaba un cambio de aires y de juego y porque veía que en el atleti no era capaz de hacer un equipo de garantías con el que llegar a Europa. Para el atlético porque, sin Torres, va a poder idear un equipo que no esté basado en él y sumando a ello los fichajes realizados (Forlan, Luis garcia y puede que Riquelme y Quaresma) está en disposición de hacer un equipazo a la altura de los grandes de Europa. Pero el atleti es el atleti.